En esta vida pocas cosas hay tan importantes como la relación entre una madre y su hijo y en nuestro caso podemos decir que multiplicado por 1000.

Desde luego en «la familia VéRTICE» tenemos verdaderas madres coraje. Su lucha, su entrega por ese hijo que es «especial», que necesitará de su apoyo, su ayuda, sus cuidados y mimos durante toda su vida, hace que nos sintamos orgullosos de ellas.

Por eso, por su lucha diaria, sus noches en vela, sus alegrías y tristezas, sus preocupaciones y desesperaciones, sus caricias y sonrisas queremos ser hoy la voz de cada uno de los chicos y chicas del Centro y de la Residencia VéRTICE y gritar a los cuatro vientos:

¡MADRE NO HAY MÁS QUE UNA! Y COMO LA MÍA …. NINGUNA.

¡FELICIDADES MAMAS!